El pasado día 23 de Mayo del 2011, se celebró en el gimnasio Olimpo de Barcelona el segundo curso de Defensa Personal. El mismo tuvo un enfoque especialmente dirigido hacia el colectivo de los vigilantes y futuros vigilantes de seguridad.
Mirado desde un punto de vista objetivo, y con la perspectiva de un neófito en las Artes Marciales Chinas, mi percepción personal, basada en las vivencias y sensaciones adquiridas en este curso son muy interesantes, partiendo de la seguridad que experimentan los participantes y la fuerza interior que les proporciona el hecho de tener la posibilidad de controlar una acción violenta ejercida sobre ellos por parte de un supuesto agresor, siempre partiendo de la base que el 90% de las personas que asisten a este tipo de cursos o seminarios no tienen una base de defensa personal.
Contrariamente a lo que viene siendo habitual, voy a hacer una descripción muy detallada del curso.
Lo que más llama la atención es la dinámica tan fluida con la que se desarrollan las diferentes etapas de la programación del curso. Empezando por las explicaciones de las diferentes posiciones fundamentales y guardias que son la base de la construcción de las diferentes técnicas de control, (caballo de izquierda/derecha, posición cuadrada, etc.) así como los diferentes tipos de desplazamientos básicos y las diferentes esquivas que proporcionan al alumno, uno de los recursos para poder repeler en una primera fase, cualquier tipo de ataque.
Especial atención se presta a la explicación de las diferentes caídas, todas ellas, destinadas a paliar los posibles efectos adversos de un impacto inesperado contra el suelo debido a una agresión. Sin duda alguna con las indicaciones expuestas en las diferentes explicaciones, el alumno adquiere las bases para poder minimizar cualquier tipo de posible daño, resultado expreso de una posible agresión con el resultado de caída.
En referencia a las técnicas de barridos y proyecciones, se adquieren las nociones necesarias de cara a neutralizar a un agresor en situación hostil, aplicando varias posibilidades expuestas en las diferentes explicaciones realizadas por el instructor del curso con una efectividad máxima, lo que añade un grado más de control interior en cada persona que lo experimenta, reafirmando la capacidad de autocontrol de cada uno de los alumnos que participan.
En la etapa relacionada con las técnicas básicas de puño y técnicas básicas de pierna, se experimenta toda una amplia gama de posibilidades de contraataques, ante una posible situación adversa derivada del ataque por parte de un agresor contra la integridad física de una persona.
Mi valoración personal, es que sin duda alguna, al finalizar la realización de esta parte del programa, prácticamente la totalidad de los participantes adquieren los recursos necesarios para defenderse de un número indeterminado de posibilidades de ataques a diferentes escalas, y con diferentes medios, lo que contribuye de nuevo a afianzar y reafirmar el control interior de cada participante.
En la siguiente fase del curso se desarrollan las defensas básicas, estrangulaciones, luxaciones, controles y conducciones. Hay que destacar que es uno de los grupos más destacados de las técnicas de defensa, una vez neutralizado al agresor, en una primera instancia. Toda esta fase contribuye a adquirir las sensaciones de seguridad reafirmando más si cabe, la capacidad de control interior personal.
Sin duda, una de las etapas del curso que resulta más gratificante, es la puesta en práctica ante situaciones reales, de la aplicación de todo lo aprendido durante el curso, desde la defensa ante situaciones en las que el agredido se encuentra en el suelo boca abajo, boca arriba y de pie, hasta toda la variedad real de ataques con arma, principalmente cuchillos y palos.
Referente a esta fase, se realizan simulacros, donde los alumnos experimentan una situación real ante un ataque con cuchillo, en la cual un alumno hace de agresor e intenta agredir a otro el cuál intenta defenderse poniendo en práctica todo lo aprendido. Sin duda alguna, la sensación de realidad que experimentan los participantes, es de alerta y tensión extrema, con la satisfacción de poder valorar si los recursos empleados para neutralizar la agresión, han sido los apropiados o por el contrario, les da una visión para poder aplicar acciones de mejora en la elección de las técnicas de defensa a emplear.
A la finalización del curso, Ferran Tarragó hizo entrega a todos los cursillistas de un certificado expedido por el Departamento de Defensa Personal de la Asociación Española de Practicantes de Tai Chi Chuan.
Como conclusión, quiero hacer mención especial hacia el maestro Ferran Tarragó, por su entrega, profesionalidad, y por su integridad personal, sin duda alguna, punto de referencia en valores humanos.
GRACIAS FERRAN!!! por ser como eres……
Por: Carlos García López
Cinturón negro 1º. Dan de Aikido.
Asociación Cultural Aikikai de España (ACAE),
Dirigida por el gran Maestro Yasunari Kitaura (8º. Dan-Shihan Aikikai).